El mundo se enfrenta al problema de la eliminación de los residuos plásticos. La facilidad de fabricación y la abundante disponibilidad de plásticos en todas las etapas de la vida, han creado una situación en la que los plásticos inútiles y los desperdicios electrónicos abandonados, bolsas de plástico, accesorios de automóviles, etc., se están acumulando día a día y no hay métodos económicos para su disposición A menos que se descubran tales métodos de eliminación de desechos, el mundo enfrentará la amenaza de la degradación de la tierra, la pérdida de los sistemas de agua y muchos otros problemas relacionados a los plásticos no biodegradables.
Se han desarrollado muchas tecnologías para hacer frente a este problema pero todas ellas han planteado una limitación u otra.
Basado en este razonamiento, el proceso POLYCRACK ha sido desarrollado y probado con éxito. La principal característica de este proceso es que todos los tipos de plásticos, tanto reciclables como no reciclables se convierten en combustibles derivados del petróleo que se pueden utilizar como fuentes alternativas de combustibles para necesidades industriales, municipales, de transporte u otras.
Todos los plásticos son polímeros fabricados a partir de los compuestos más livianos provenientes de derivados del petróleo tales como el propileno; la mayoría de los polímeros contiene esencialmente carbono e hidrógeno y algunos casos otros elementos como cloro o nitrógeno.
Los polímeros están compuestos de moléculas pequeñas llamadas monómeros, las que -en determinadas condiciones del proceso- se combinan y forman una sola molécula grande llamada polímero.
Cuando esta larga cadena de monómeros se rompe en ciertos puntos o cuando se forman fracciones de menor peso molecular, a esto se denomina degradación del polímero. Este proceso es el inverso al de polimerización.
En el proceso de conversión de residuos de plástico en combustibles se produce una de-polimerización aleatoria, en un reactor especialmente diseñado para esto. Esta reacción se produce en ausencia de oxígeno y en presencia de un catalizador patentado. La temperatura máxima de reacción es de 350 °C. Los plásticos se convierten completamente en productos combustibles de alto valor agregado.